jueves, 1 de diciembre de 2016

Mamá primeriza

6 cosas que toda mamá primeriza debería conocer sobre el cuerpo de su bebé

Ser mamá por primera vez debe ser una de las experiencias más maravillosas de tu vida, pero también una en la que más dudas y temores estés experimentando. Es lógico. Un bebé es un ser humano frágil y al mismo tiempo maravilloso, que depende totalmente de ti.
Los primeros meses de vida de tu bebé son sin duda los más delicados, pero él crecerá más rápido de lo que te imaginas. Dentro de su primer año aprenderá a enfocar su visión, su cerebro alcanzará cerca del 50% de su tamaño total y desarrollará importantes lazos de amor, entre muchas otras cosas.
Para cuidar el cuerpo de tu bebé, así como su sano desarrollo, es esencial que conozcas algunos detalles claves. Verás que ser mamá primeriza es un poco más sencillo cuando estás bien informada.

1 Su cuerpo es frágil

Los músculos del cuello de tu bebé son muy débiles, tanto que no son capaces de sostener la cabeza. Por lo tanto, siempre debes ser tú quien la sujete. No agites a tu pequeño, nunca. Es hasta aproximadamente los 4 meses que ya podrá mantener su cabecita por sí solo.

2 Es su primer medio de comunicación

Hasta que pueda hablar, tu bebé se comunicará contigo por medio de sus gestos corporales (que van más allá del llanto). Así, si notas que tu pequeño se chupa el dedo, seguro tiene hambre y debes alimentarlo antes de que empiece a llorar. Si prestas atención a esas señales, en poco tiempo serás capaz de descifrar lo que tu angelito trata de decirte.

3 Con los meses, necesita más alimento

La leche materna satisface todas las necesidades nutrimentales de tu bebé durante los primeros 6 meses de vida, pero pasando esta etapa su cuerpo está listo para recibir alimentos sólidos que le ayuden a tener un mejor desarrollo.
Algunos alimentos sólidos con los que puedes empezar a alimentar a tu bebé son papillas, de verduras o frutas, cereales fortificados con nutrientes, además de fórmulas en polvo diseñadas proporcionarle los nutrimentos que necesita en las diferentes etapas de su crecimiento.
Recuerda que al cumplir el año de edad, el sistema digestivo de tu pequeño aún no ha terminado de madurar, por lo que no todos los alimentos son adecuados para él; por ejemplo, la leche de vaca contiene una cantidad de proteínas, sodio y potasio demasiado altas como para ser procesadas y asimiladas por su organismo. Es importante que te asegures seguirle dando proteínas de alta calidad, que están creadas especialmente para promover su sano desarrollo.

4 Popo sana

La popo de tu bebé puede ayudarte a monitorear su salud, así que procura siempre mirar cómo luce. Por ejemplo, cuando ya está comiendo alimentos sólidos sus heces tenderán a ser color marrón, tendrán una consistencia gruesa y pastosa, además de que olerán más fuerte que antes.

5 Su estómago es delicado

Los problemas estomacales asociados con gases y cólicos serán frecuentes causantes de llanto para tu bebé, y lo más complejo es que las razones son poco conocidas. Expertos afirman que puede deberse a un desequilibrio de la bacteria saludable en el intestino.

6 No necesita baño diariamente

Otra cosa sobre el cuidado de tu bebé que debes saber es que no necesitas bañarlo todos los días porque su piel es tan delicada que hacerlo podría provocarle infecciones cutáneas. Pasar una toallita húmeda debajo de su cuello, piernas y brazos, funcionará para mantenerlo aseado.
Cierto que como mamá primeriza hay muchas cosas que debes aprender, pero recuerda que será poco a poco. Ante cualquier duda tu pediatra puede apoyarte.
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